miércoles, 19 de julio de 2017

FRESAS PARA COMBATIR LA DIABETES

La fresa es una de las frutas más apreciadas desde la antigüedad, ha servido de inspiración para dar sabor a muchos productos y está presente en variedad de postres y dulces, pero además de su sabor, la fresa tiene otras características que la hacen única. 

Pueden ser una parte deliciosa de una dieta para diabéticos e incluso pueden ayudar a controlar los niveles de glucosa en la sangre.
Las fresas son alimentos bajos en calorías y bajos en grasa que proporciona gran cantidad de nutrientes y antioxidantes. Una taza de fresas enteras contiene aproximadamente 11 g de hidratos de carbono, 1 g de proteína y menos de 1 g de grasa. Una sola taza de fresas contiene 46 calorías. Las fresas son ricas en vitamina C, ácido fólico y manganeso. Ellos también contienen alrededor de 3 g de fibra por taza. La fibra puede ayudar a reducir los niveles de glucosa en la sangre y podría ser beneficioso en el control de la diabetes.

Las fresas son un alimento con índice glucémico bajo y alto en fibra, como ya hemos visto, que ayuda a regular el azúcar en la sangre y mantenerlo estable evitando extremos altos y bajos. Para los diabéticos, las fresas son una opción de fruta más que recomendable, pues tienen un índice glucémico menor (40) que muchas otras frutas.
OTROS BENEFICIOS DE LAS FRESAS
Reducen el riesgo de ataque al corazón. El consumo regular de antocianinas, una clase de flavonoides que se encuentran en frutas como las fresas, puede reducir el riesgo de un ataque al corazón en un 32% en mujeres jóvenes y de mediana edad. Además, el alto contenido de polifenoles en las fresas también puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular mediante la prevención de la acumulación de plaquetas y la reducción de la presión arterial a través de mecanismos anti-inflamatorios. La fibra y el potasio de las fresas también ayudan a la salud general de nuestro corazón.

Reducen el riesgo de ictus. Los antioxidantes quercetina, kaempferol y antocianinas, presentes en las fresas, han demostrado reducir la formación de coágulos de sangre dañinos asociados con accidentes cerebrovasculares. La ingesta alta de potasio (100 gramos de fresas contienen 161 mg. de potasio), también se ha relacionado con un menor riesgo de accidente cerebrovascular, ictus o infarto cerebral.
Contra el cáncer. Las fresas poseen potentes antioxidantes que trabajan contra los radicales libres, inhibiendo el crecimiento del tumor y disminuyendo la inflamación en el cuerpo. Esta combinación de agentes antioxidantes y antiinflamatorios, gracias a la vitamina C, el ácido fólico y los flavonoides como la quercetina y el kaempferol, hace de las fresas un sabroso y excelente escudo contra las células potencialmente cancerosas.

Controlar la presión arterial. Para personas con presión arterial alta, es muy recomendable la ingesta de fresas debido a su alto contenido en potasio, pues ayudan contra los efectos del sodio en el cuerpo. Una ingesta baja de potasio es tan importante como factor de riesgo para desarrollar presión arterial alta como un alto consumo de sodio. Por si esto fuera poco, el alto consumo de potasio también se asocia con un 20% menos riesgo de morir por cualquier causa.
Contra el estreñimiento. Comer alimentos ricos en agua y fibra, como las fresas, la sandía o el melón pueden ayudarnos a mantenernos hidratados y con una frecuencia regular para ir al baño. La fibra es esencial para minimizar el estreñimiento y agregar volumen a las heces.

Contra las Alergias y Asma. A causa de los efectos antiinflamatorios de la quercetina (un flavonol presente en frutas y verduras), el consumo de fresas puede ayudar a aliviar los síntomas de las alergias, incluyendo la secreción nasal, ojos llorosos y urticaria, la incidencia de asma es menor con un alto consumo de ciertos nutrientes, sobre todo de vitamina C, presente en las fresas: una taza de fresas contiene el 136% de la dosis diaria recomendada de  vitamina C.

Para el embarazo. Una ingesta adecuada de ácido fólico es esencial para las mujeres embarazadas con objeto de protegerse contra los defectos del tubo neural en los bebés.
Contra la depresión. El folato de las fresas también puede ayudar con los síntomas de la depresión al prevenir la formación de un exceso de homocisteína (aminoácido) en el cuerpo, lo que puede impedir que la sangre y otros nutrientes lleguen al cerebro. La profusión de este aminoácido interfiere con la producción de las hormonas del bienestar como la serotonina, la dopamina o la norepinefrina, que regulan no solo el estado de ánimo, sino también el sueño y el apetito.
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CÓMO INCLUIR FRESAS EN SU DIETA
La mayoría de los diabéticos pueden consumir aproximadamente 45 a 60 g de hidratos de carbono en cada comida, de acuerdo con la Asociación Americana de la Diabetes. Una taza de fresas puede ser parte de una comida, y usted todavía será capaz de incluir hasta 49 g de hidratos de carbono en la misma comida. 

Las fresas también pueden ser parte de una merienda saludable, que son importantes para mantener los niveles de azúcar en la sangre estable entre comidas. Es importante para los diabéticos equilibrar la ingesta de hidratos de carbono con proteínas y grasas, por lo que es posible que desee comer un puñado de nueces o un trozo de queso, junto con sus fresas.  Estas frutas vibrantes también se pueden utilizar en recetas para crear platos principales, ensaladas o postres. Debido a su sabor dulce, son una opción ideal para satisfacer un paladar dulce al obtener los nutrientes vitales que necesita al mismo tiempo.

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